Visita al Parque Nacional de Huerquehue
De todos los lugares que visité durante mi viaje, entre
volcanes, noches plenamente estrelladas o leones marinos… Recibe su nombre por
la lengua mapuche, Huerquen-hue, que
significa “lugar de mensajeros”, es el que mayor impacto me causó por su
belleza, frescura y magia.
No podíamos irnos de Pucón sin antes habernos acercado a visitar el tan recomendado Parque Nacional de Huerquehue. Como primero me advirtieron a mí, ahora lo hago yo a vosotros: se necesita mucho tiempo para visitarlo entero, lo que se traduce en madrugar. Sólo hay un par de buses de ida y vuelta desde Pucón que tardan una hora en hacer el trayecto; los de ida son a las 8 y 14 horas, los de vuelta a las 13 y 17. Si quieres verlo entero y disfrutarlo con tranquilidad 4 horas no son suficientes, además, dos terceras partes de la excursión son cuesta arriba. El hecho de que el lugar esté apartado de cualquier otro destino habitual y la importancia de madrugar para verlo, hace descartable la opción de intentar ir a dedo. No preocuparse, el microbús que va desde Pucón está a 2.000CLP (en nuestro caso 1.500, ya que lo tomamos a la afueras). Una vez allí hay que sacar entrada, el precio son otros 2.000CLP. Atención a esto: a pesar de ser español y ellos saberlo, me hicieron un descuento de 500CLP al enseñar mi tarjeta de la Universidad de Cantabria.
No podíamos irnos de Pucón sin antes habernos acercado a visitar el tan recomendado Parque Nacional de Huerquehue. Como primero me advirtieron a mí, ahora lo hago yo a vosotros: se necesita mucho tiempo para visitarlo entero, lo que se traduce en madrugar. Sólo hay un par de buses de ida y vuelta desde Pucón que tardan una hora en hacer el trayecto; los de ida son a las 8 y 14 horas, los de vuelta a las 13 y 17. Si quieres verlo entero y disfrutarlo con tranquilidad 4 horas no son suficientes, además, dos terceras partes de la excursión son cuesta arriba. El hecho de que el lugar esté apartado de cualquier otro destino habitual y la importancia de madrugar para verlo, hace descartable la opción de intentar ir a dedo. No preocuparse, el microbús que va desde Pucón está a 2.000CLP (en nuestro caso 1.500, ya que lo tomamos a la afueras). Una vez allí hay que sacar entrada, el precio son otros 2.000CLP. Atención a esto: a pesar de ser español y ellos saberlo, me hicieron un descuento de 500CLP al enseñar mi tarjeta de la Universidad de Cantabria.
Madrugados y desayunados (con toda la pereza y cansancio del
mundo) había que hacer frente al frío que te regala la IX Región a las siete de
la mañana. Fue esta la ocasión en la que me puse el pijama por debajo de la
ropa, además de las mallas y otros pantalones. Listos y de nuevo con la visión
del imponente Volcán Villarrica en pleno amanecer, pusimos rumbo a Huerquehue.
Un cuento incoherente
Un cuento incoherente
Tan pronto nos dejó el autobús en la entrada comenzamos a
caminar, la escena prometía: dejando a nuestra izquierda un Lago Tinquilco cuyo
reflejo en el agua no se distinguía de la imagen real, recorríamos un sendero
que se enroscaba sobre sí mismo dentro de una escenografía boscosa que
inundaba, pero sin acosar a quien la recorría.
Lago Tinquilco y su reflejo |
Saliendo de este sendero encontramos un puestecillo donde
servían chocolates calientes y sándwiches para llenar. Por mi parte, traía los
bocadillos preparados de casa pero no me negué a un buen chocolate pare tener
las fuerzas a punto. Y mientras nos lo tomábamos bajo el techo de esa cabaña,
surgió una especie del milagro. El sol comenzaba a salir desde detrás de las
montañas que rodeaban la entrada al parque y derretía la nieve que estaba
posada sobre el tejado creando una lluvia imaginaria, este detalle haría aún
más mágica la visita más adelante.
Llevábamos andando veinte minutos y de repente vemos un
cartel tallado en madera sobre una entrada “Bienvenidos al Parque Nacional de Huerquehue”.
La de cosas que habíamos visto ya y todavía no habíamos ni entrado. De repente
oscuridad, el bosque se hacía aún más denso dentro, aunque cuando los ojos se
acostumbraban puedes vislumbrar todas las ranuras por las que se cuela la luz
en lo alto. Desde ahí, subir, subir y subir, en zig-zag, mejor o peor, pero
siempre cuesta arriba. Tal vez en un par de ocasiones nos desviamos
descendiendo para ver las dos cascadas que hay de camino a la cima, Nido de
Águilas y Trufulco, salpican levemente los miradores desde los que se pueden
contemplar formando figuras y joyas de hielo. En la subida también hay dos
miradores donde se puede parar a descansar.
De golpe el paisaje cambió de verde oscuro a un blanco intenso,
todo el bosque quedaba cubierto por nieve, incluido el suelo, andar cada vez
era más complicado, húmedo y resbaladizo. El milagro del que os hablaba dos
párrafos más atrás sucedía ahora entre las copa los árboles, y otra vez caía
una ligera lluvia inventada a partir de la nieve que goteaba al derretirse por
el sol. Creo que el haber venido en invierno le daba un encanto particular al
parque, con toda la nieve decorando el paisaje.
Vistas increíbles al Lago Tinquilco y al Volcán Villarrica |
Una vez llegas arriba del parque están los 3 lagos: Lago
Chico, Lago Verde y Lago Toro. Grandes y algo separados entre sí, rodean uno a
uno a través de un sendero. Otra maravilla de visitarlos en esta estación es
que los vimos completamente congelados, o casi, alguno metió el pié hasta el
fondo probando cuán gruesa era la capa de hielo que los cubría. En otras fechas
del año se puede seguir la visita después de estos tres lagos, éste es el único
inconveniente de visitarlo en invierno, no pudimos seguir. Para nosotros la
visita se acaba aquí.
Me gustaron especialmente las vistas desde el Lago Toro,
pero no las del mirador convencional, si estabas avispado podías encontrar un
sendero oculto que se borraba cada vez que alguien lo recorría debido a la
nieve que caía desde los árboles y llegar a un segundo mirador. Tal vez fue aquí cuando Alex, compañero de
viaje, se inspiró para dedicarle al Huerquehue los siguientes versos:
Para que entendáis de lo que hablamos y lo veáis como nosotros lo hicimos, aquí el videoblog:
Post anterior: Pucón, termas y volcanes en la IX Región
Serie en vídeos del viaje: El centro del Sur
Fotos del viaje en el álbum: IX Región y Valdivia
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