Pucón, termas y volcanes en la IX Región
El pasado Agosto
decidimos preparar una mochila con lo esencial, unas cuantas cámaras y partir hacia el sur, al frío invierno, concretamente a Pucón. Se
iniciaba en la IX Región de la Araucanía un viaje en el que iríamos
improvisando destinos sobre la marcha, viendo paisajes de fantasía, y conociendo
gente maravillosa. Compartí esta experiencia con Eva, Nerea y Alex, a quienes
conocía desde hacía un mes hasta la semana anterior del primero al último.
Equipaje
Tuve la suerte de que me prestaran
un saco de dormir y una mochila de muy buena capacidad, además de cómoda. Metí
en ella lo justo: 5 pares de calcetines (de los cuales dos eran bien gruesos
para el frio) y calzoncillos, un pantalón de chándal y dos mallas para llevar
por debajo, 4 camisetas, una toalla y chanclas, un champú-gel junto con un
peine y un cepillo y pasta de dientes, y en el hueco restante (con lo nombrado
la mochila iba bastante vacía), una mochila más pequeña con mi Tablet y una memoria
externa, fundamental para ir salvando todo el contenido de las 2 cámaras que
llevaba, una Panasonic de mano y otra sj4000 con bastantes accesorios. En esta
misma mochila metí cuatro bocadillos que me preparé antes de salir, con los que
comería los tres primeros días.
Tenía el suficiente espacio para meter una mochila dentro de otra. |
¿Qué llevaba puesto? Unos pantalones con cremallera a las rodillas (que no tuve ocasión de
quitar), unas botas (MUY IMPORTANTES en el sur, las compré una hora antes de
salir, y qué bendición), camiseta con polar, bufanda, gorro y chubasquero.
¿Qué eché en falta? Cosas de botiquín, aunque casi no
las hubiera necesitado, algún ibuprofeno me hubiera venido bien. Crema solar por el tema de pasar tanto tiempo en
la nieve, y algún cacao para labios.
¿Qué me sobró? Llevé dos pares de pijama y la verdad, salvo el día que me los puse por
debajo de la ropa por el frío, poca utilidad les di para el hueco que ocupaban.
Pucón y el Volcán Villarrica
Llegamos a la conclusión
de que lo mejor para viajar las 12 horas en autobús desde Valparaíso a Pucón era
hacerlo de noche, la calidad de los autobuses semicama es altísima, y son muy
cómodos. Además de baratos, encontramos una promoción que nos dejaba a
13.800CLP (18€) recorrer una distancia de casi 900km, una cifra que nunca
hubiese esperado. Normalmente nos debería haber costado 32.000$. Nosotros
viajamos con Turbus pero la compañía más barata suele ser Condor.
A las 9
de la mañana llegamos a Pucón con unas mochilas que no eran adecuadas para hacer turismo, así
que las dejamos en el trabajo de Katherine (a quien a partir de ahora llamaré
Katy), nuestra couchsurfer en Pucón. Os hablaré de ella más adelante.
Pucón es una ciudad muy
pequeña, incluso si fuera considerado un pueblo no pensaría que es uno grande.
Y sin embargo su encanto turístico la convierte en un destino conocido
internacionalmente. ¿Por qué? Tiene una situación idónea, entre el lago y
volcán Villarrica, además de contar a su alrededor con parques nacionales del
calibre del Huerqueue y multitud de pozos termales. Nos contaba la dependienta
de una tienda que en las fechas de verano no hay quien camine por las calles
con tranquilidad de lo inundadas de turistas que están.
Volcán Villarrica visto desde Pucón. |
Fue bajar del autobús y
notar una presencia continua acosándonos por el rabillo del ojo. Precisamente,
el volcán Villarrica, de 2.847 metros de altura se levantaba sobre Pucón
totalmente nevado a la vez que expulsaba una ligera humareda, calmado a pesar
de ser el volcán más activo de Chile. Tras preguntar en un punto turístico nos
informaron de que se encontraba en alerta naranja de erupción (muy chileno es
que pese a esto la gente estuviera tranquila y sonriente paseando como si
nada), y que por lo tanto y además de la nieve, era inaccesible. Muy nuestro
fue también interpretarlo como un reto.
Llegar al Parque Nacional Villarrica no es complicado, la entrada se encuentra inmediatamente a las
afueras de Pucón, hay furgones turísticos que suben y bajan y te acercan lo
máximo posible hasta bien entrados al parque, pero desconozco su precio. Si
tienes tiempo y ganas puedes subir andando o tratar de llegar haciendo dedo.
Salimos de Pucón andando
en dirección al volcán, tratando de acercarnos lo máximo posible a dedo. Nos
dividimos en 2 grupo de chico-chica para hacerlo más viable. Dio la casualidad
de que estábamos a 50 metros de la entrada al Parque Nacional Villarrica, pero
el cartel nos daba la espalda, así que aunque tuvimos la suerte de que un buen hombre nos parase en escasos segundos, pero nos interpretase mal, '¿cómo van a querer
ir al Parque Villarrica si le tienen ahí al lado? Querrán ir a Villarrica ciudad’,
y nos llevó en esa dirección a Nerea y a mí. Por fortuna nos dimos cuenta a
tiempo y el micro de vuelta al punto de partida sólo valía 600CLP.
Ya en la
entrada del parque sólo nos quedaba subir todo el largo camino que llevaba al
volcán, hasta donde la nieve lo permitiese. Aquí, otro golpe de suerte, y está
vez acertado, hizo que un señor de Pucón fuera precisamente hasta ese punto y nos
parase, dato a agradecer pues sólo en coche tardamos 10 minutos en llegar hasta
arriba, encontrando a Alex y Eva en la subida y les subimos a ellos también.
Eva, Nerea y Alex tratando de hace autostop. |
El resto del día fue una
subida continúa atravesando nieve, haciendo el cafre, probando un nuevo postre a base de mermelada y nieve que Alex bautizó como nevadito, y terminar con
la ropa empapada. Un día cualquiera de los que se puede pasar en la nieve si no
fuera porque esta nieve cubría a uno de los volcanes más activos de Sudamérica.
Podéis ver el siguiente vídeo de nuestro día:
Finalmente, tras casi
perder a Nerea en varias ocasiones hundida bajo la nieve, decidimos volver a
Pucón. Y como habéis podido ver en el vídeo lo hicimos bastante cómodos: al
aire en la parte de atrás de una ranchera de una pareja muy simpática que nos
hizo el favor, por lo que de nuevo nos ahorramos una caminata de más de una hora. Aprovechamos ese adelanto de tiempo para comprar víveres; pensamos que había
que causar buena impresión a nuestra anfitriona y preparar tortillas y sangría a la española, a
nuestra cuenta.
Nuestra primera experiencia
en el mundo del couchsurfing como huéspedes no pudo ser mejor, de la mano de Katy,
fuimos de los más afortunados. En su casa coincidimos con multitud de gente de
diferentes nacionalidades. Nos sumamos en su casa a un grupo de cuatro mexicanos, un
francés que iba con ellos, y Simón, un alemán que lleva más de un año
recorriendo toda Sudamérica. Si parecía que no había hueco, Katy sacaba
colchones y lo creaba de la nada para que estuviésemos cómodos, igual que de la
nada sacaba la energía que mantenía para que se respirase buena onda por toda
la casa, a la segunda noche organizó una fiesta de las mejores que recordaré en
mi estancia en Chile (hablaré de la couchparty más adelante). La casa era
increíble en todos los sentidos, la decoración de película que le daba en las
zonas comunes y demás añadidos le otorgaba un aspecto juvenil que no podía no
gustar. Cuando llegó la completa oscuridad de la noche pudimos disfrutar en el
jardín de un cielo que nos permitía ver TODAS las estrellas. El cielo despejado
y la ausencia de contaminación lumínica nos regaló una imagen nocturna que
nunca olvidaré: la luz de la lava del volcán iluminaba toda la corona de éste
durante la noche.
Volcán Villarrica en la oscuridad de la noche. Foto hecha por Katherine Saldaña. |
Apunta a que la casa y
todo el ambiente que la rodea irá mejorando. Desde Octubre de 2015 pasará a ser La Casa Redonda Hostel, y tenemos por seguro que se convertirá en el mejor hostel de Pucón y alrededores.
El cansancio del día
anterior era considerable, así que para este día decidimos tomárnoslo con
calma: dormir hasta tarde y disfrutar de un día en las termas. En los alrededores
de Pucón hay numerosas zonas termales, según tengo entendido, las más
numerosas, bonitas y baratas son las de Los Pozones. Nosotros las descartamos
porque según nos dijeron, debido al reciente temporal no estaban en las mejores
condiciones.
Nuestro destino fueron
las de Peumayen. Se puede llegar fácilmente en micro desde Pucón por 1000CLP y
te dejan en la misma entrada. Son un lujo, cuentan con habitaciones para pasar
varios días, e incluso si te lo puedes permitir puedes pagarte una comida que
te llevan a las propias termas (pero vale casi el doble que las mismas), tiene un par de termas situadas al nivel Río Liucura, entre éste y un bosque que
lo rodea y que hay que atravesar para llegar a ellas. También hay un piscina
cubierta con música relajante y vestuarios. Los 5.800CLP por persona (y gracias a un
pequeño descuento que nos hicieron por ir de parte de Katy) tal vez se vayan un
poco del presupuesto de un mochilero, para mí que nunca he tenido la
oportunidad de bañarme en aguas termales y no sé cuándo volveré a hacerlo,
valió realmente la pena. Llevamos la comida hecha de casa y nos pasamos casi
cinco horas disfrutando del lugar. La sensación de estar en caliente en medio
de la naturaleza, mientras no llovía suavemente en la cara y la corriente de un
río de agua helada pasaba a escasos dos metros de nosotros…
Una vez terminamos con
esta experiencia volvimos a casa, con el inconveniente de que se nos había
hecho de noche y ya no volvían micros de vuelta, así tratamos de hacer dedo
durante 20 minutos, a oscuras bajo la lluvia, alumbrando con el flash del
móvil. Un buen hombre y su hermano nos pararon y llegaron más lejos de su
destino por hacernos el favor de no pasar más calamidades nocturnas. Decidimos
pagarle entre todos 1000CLP por la molestia y la gasolina.
Y con todo esto llegamos
a casa con un carrete (así se le llama en Chile a una fiesta) en proceso de
preparación, fue uno de los grandes momentos del viaje, a todos los que
estábamos ya en casa, se sumaron más amigos de Katy, que por cierto, es una
maestra en carretes: buena comida, buena música, pisco y sangría, Beer-Pong…
Tal vez fuera el momento en el que un grupo de desconocidos que viajan juntos,
pasan a ser amigos. El resumen de éste día, en forma de vídeo a continuación:
Si tenéis pensado viajar y se os da la oportunidad de hacer Couchsurfing, por mi parte os lo recomiendo absolutamente. La experiencia promete en cuanto a conocer gente y pasarlo bien. Conocer a las personas de un lugar te puede facilitar la vida a la hora de conocer el lugar. Y por supuesto, el ahorro que supone. Si queréis saber más sobre el tema os recomiendo este vídeo de MolaViajar.
Si tenéis pensado viajar y se os da la oportunidad de hacer Couchsurfing, por mi parte os lo recomiendo absolutamente. La experiencia promete en cuanto a conocer gente y pasarlo bien. Conocer a las personas de un lugar te puede facilitar la vida a la hora de conocer el lugar. Y por supuesto, el ahorro que supone. Si queréis saber más sobre el tema os recomiendo este vídeo de MolaViajar.
Ojos de Caburga
Resucitamos y sacamos fuerzas para hacer turismo de tarde a un lugar que nos habían recomendado: Ojos de Caburga. Son unos pequeños pozos situados en una zona boscosa, alimentados mediante desagües subterráneos desde el Lago Caburga. Tienen un color azul que le da un toque mágico y el paseo, aunque breve, fue estupendo. Llegar no fue complicado, tomando un micro dirección Pucón-Caburga por 600CLP.
Desde este mismo lugar tomamos otro micro hasta Caburga (ciudad), para ver Playa Negra y Playa Blanca. Paseamos bastante, tanto que se nos hizo de noche (otra vez) y tuvimos que pagar 1000CLP para volver en taxi hasta casa. Este día vimos realmente poco, pero fue tan bonito como veis en las imágenes de bonito.
Hasta aquí éste post, podéis disfrutar ya del siguiente dedicado al Parque Nacional de Huerquehue. ¡Hasta la próxima, aventureros!
Serie en vídeos del viaje: El centro del Sur
Fotos del viaje en el álbum: IX Región y Valdivia
Post siguiente: Visita al Parque Nacional de Huerquehue
Más Let's Chile
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar