Preparando "Summerica", mi aventura del verano en Sudamérica
Comienza un año nuevo y es el momento de poner a juego todos
esos compromisos y metas que son propios de esta época. El inicio de un nuevo calendario parece producirnos
la necesidad de tratar ser mejores personas, prometiéndonos a nosotros mismos
emprender hazañas que normalmente no hacemos por miedo, por pereza, falta de
tiempo o motivación.
Para mí, que estoy viviendo mi primer Año Nuevo lejos de
casa (concretamente en Chile, como os he venido contando últimamente), estoy de
vacaciones y con todo un verano por delante. Empiezo un año como nunca lo he hecho
hasta ahora, cambiando de la rutina a la aventura, preparando una
vez más un viaje improvisado que comienza en Valparaíso.
Bienvenidos
a “Summerica”
Sí, no he podido evitar bautizar al evento con el siguiente
juego de palabras: Sur + América + Summer (verano) = Summerica. Y dejando a un
lado mi impresionante sentido del humor y la creatividad, paso a completar el
post, en el que te describo en profundidad mi itinerario para afrontar esta
aventura.
La idea es mochilear mucho, pero con poca mochila. Para
disfrutar más del viaje prefiero llevar poco peso, y con el tema del blog entre
cámaras y accesorios bastante lastre llevo. He optimizado en equipaje, cargando menos cosas que en el anterior, a pesar de que espero que sean bastantes
más días. Una mochila que apenas llega a los 40 litros. Parto con ropa puesta
de manera estratégica: unos pantalones largos (los únicos que llevo) que se
convierten en cortos gracias a una cremallera a la altura de la rodilla, una
camiseta de manga corta y mis botas de trekking.
El que sea verano es una ventaja, puesto que necesito menos
ropa de abrigo, únicamente llevo un chubasquero que también abriga. Como ropa
de recambio llevo: 4 camisetas, 4 recambios de ropa interior (calzoncillos&calcetines),
2 pantalones cortos y un traje de baño. Por último he optado por una toalla
microfibra y unas chanclas que prácticamente no suponen mucho espacio añadido.
El tema del aseo me ha dado poca guerra: desodorante, un
gel-champú 2en1 y un cepillo de dientes con su pasta de dientes (a medio
gastar, lo notaré en el peso). Todo cabe perfectamente en un bolsillo lateral
de la mochila.
El otro bolsillo lateral es botiquín-multiusos: Paracetamol, para posibles dolores. Cafiaspirinas, recomendación de gente que ha hecho viajes similares. Son aspirinas con cafeína, perfectas para el dolor de cabeza llamado mal de alturas o mal de montaña, causado por el aumento de la presión atmosférica que se da en grandes alturas sobre el nivel del mar. Crema solar y cacao. Repelente para mosquitos, ojalá no tenga que usarlo, pero me temo que va a ser una condena de la que no podré escapar. Un rotulador, para momentos autostop. Actualización: en la imagen no sale una navaja superchula adquisición de última hora, con cuchillos, tenedores y demás, y algo tan básico como una linterna, que también olvidaba.
El otro bolsillo lateral es botiquín-multiusos: Paracetamol, para posibles dolores. Cafiaspirinas, recomendación de gente que ha hecho viajes similares. Son aspirinas con cafeína, perfectas para el dolor de cabeza llamado mal de alturas o mal de montaña, causado por el aumento de la presión atmosférica que se da en grandes alturas sobre el nivel del mar. Crema solar y cacao. Repelente para mosquitos, ojalá no tenga que usarlo, pero me temo que va a ser una condena de la que no podré escapar. Un rotulador, para momentos autostop. Actualización: en la imagen no sale una navaja superchula adquisición de última hora, con cuchillos, tenedores y demás, y algo tan básico como una linterna, que también olvidaba.
Llevo un mochila más pequeña para moverme con más libertad cuando esté hospedado, donde guardo todas mis cámaras y cachibaches. Entra fácil dentro de la mochila más grande. |
Muy importante: la documentación. Llevo una cartera con
dinero, tarjetas y contactos de seguro médico. Para moverme entre países como
ciudadano español, mi pasaporte. También mi cédula de identidad chilena. Con
estas dos no habría necesidad de nada más. Ahora, RECOMENDADÍSIMO, la tarjeta
de estudiante internacional. La hice ayer mismo presentando un certificado de
mi universidad de intercambio (con la matrícula de mi universidad de origen o
cualquier documento que acredite que soy estudiante universitario vale) y una
foto de carné. Me ha costado 10.000 CLP (15€) pero compensa MUCHÍSIMO, insisto.
Entrando en la página web de ISIC en cada país puedes ver todos los eventos,
hostales y transportes en los que tienes descuento en cada ciudad. Como diría Rajoy,
“…son muchos descuentos y muy descuentos” algunos como Machu Picchu, ¡de hasta el 50%!, con
lo que ya se amortizaría el precio de la tarjeta. Además, sirve como documento
de identificación, puedes ir con tranquilidad con esta tarjeta y una fotocopia
del pasaporte, sin necesitar nada más (recomiendo igualmente llevar el
pasaporte y cédula, pero para salidas tranquilas en los destinos de tu viaje,
es más cómodo).
Por cierto, ¿qué cuelga por fuera? La cantimplora, el saco
de dormir más compacto que haya visto nunca y esa cosa verde, es un sombrero
plegable.
Mientras leías esto, un grupo de cuatro españoles nos
estamos dirigiendo hasta San Pedro de Atacama a dedo. Como aquella cómica vez de Pucón a Valdivia, la diferencia es que ahora la distancia entre Valparaíso y nuestro destino es de casi 1.600km. Atento, porque la aventura promete y estoy
deseando compartirla contigo.
Post siguiente: Summerica empieza al norte de Chile: San Pedro de Atacama
Más Summerica
Déjate de cafiaspirinas y toma hojas de coca como todo el mundo!! Seguiré tu summerismo con la mayor de las envidias y cuando nos volvamos a ver compartimos opiniones de los lugares :) Disfruta mucho David!!!
ResponderEliminarAhhh! Y una buena pastilla de jabón es mejor q cualquier gel/champú ;)
EliminarAl final en Bolivia hubo a mano hojas de coca y las cafiaspirinas ni las he tocado Jajaja Muchas gracias! :)
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